miércoles, 29 de junio de 2011

Místico: Machu Picchu

Machu Picchu, que en lengua quechua significa "montaña vieja", y llamada por algunos como "la ciudad perdida de los incas", es una ruina precolombina situada en la Cordillera de los Andes Peruana, en el valle de Urubamba a unos 70 km al noroeste de la ciudad de Cuzco, y a unos 2400 metros sobre el nivel del mar. Esta ciudad fue imposible de encontrar hasta que en el año 1911 el arqueólogo norteamericano Hiram Bingham la redescubrió.

En cuanto a la historia de Machu Picchu, se cree que fue construida por el jefe inca Pachacuti alrededor del año 1440 de nuestra era, siendo habitada hasta la conquista del Perú por los españoles en el año 1532. La evidencia arqueológica sugiere que Machu Picchu no fue una ciudad convencional, sino que más bien constituía un lugar de retiro para la nobleza del pueblo Inca. El sitio está conformado por diversas construcciones entre las cuales cabe destacar un palacio y diversos sitios de culto dedicados a la adoración de los dioses. Normalmente no residían más de 750 personas en la ciudad; número que se veía reducido a una fracción en el período lluvioso. Para los incas, la ciudad era considerada un secreto militar, ya que los profundos precipicios y montañas que la rodean, son accidentes naturales propicios para la defensa de la nobleza en el caso que se produjeran ataques. Los estudios llevados a cabo en los últimos tiempos señalan que el emplazamiento de la ciudad fue elegido debido a su ubicación geográfica y los atributos geológicos. En efecto, se dice que la silueta de la montaña detrás de Machu Picchu representa la cara del Inca mirando hacia el cielo, donde la cima más alta, el Huayna Picchu (que significa joven montaña), es la nariz. Es en el año 1981, cuando Perú declara a toda la zona cercana a las ruinas, como Santuario Histórico del Perú, donde el fin no solamente es proteger los vestigios históricos, sino que también proteger la flora y fauna presentes en el lugar. Desde 1983 la UNESCO ha declarado esta ciudad como Patrimonio Mundial de la Humanidad. En el año 2003, alrededor de 400.000 personas visitaron la ciudad perdida de los incas, por lo que la UNESCO ha mostrado preocupación por los potenciales daños que se producen año a año producto del turismo.

Hoy en día, la arquitectura mediante la cual se construyó la ciudad de Machu Picchu es sorprendente. Los incas usaban un estilo muy particular para sus construcciones a base de bloques de piedra de grandes dimensiones. Éstos eran pulidos de tal forma, que en las junturas entre un bloque y otro, es imposible introducir una fina navaja. Este legendario pueblo no usaba la rueda, por lo que resulta ser un misterio hasta nuestros días el medio que usaban para el transporte de los bloques de piedra que pesaban toneladas. La creencia general es que para este fin se usaban cientos de hombres para el empuje del material a través de planos inclinados. Lamentablemente no existe una documentación al respecto, ya los incas nunca usaron un medio de escritura convencional.

El Wayna Picchu constituye un espolón que forma parte de la montaña, cuya base semicircular está bañada por las aguas del río Urubamba.

Es la montaña ubicada frente a Machu Picchu. Apareciendo en el fondo de los cuadros clásicos de Machu Picchu. Su nombre quechua se traduce como "montaña joven" o "montaña aguja" Waynapijchu fue puesto de vigilancia, estación de comunicación y adoratorio.

En la cima de la montaña hay enormes bloques de piedra, cuidadosamente labradas, que están inclinadas y corresponden a un adoratorio o Templo. En la cima también se encuentran algunas terrazas que fueron hechas para evitar la pérdida de tierras por el "lavado" de las laderas en época de lluvia y así ser utilizadas como jardines, utilizadas para cultivos de especies, quizás consideradas sagradas.

Desde allí se puede apreciar la Plaza Principal de Machu Picchu a unos 400 metros hacia abajo y el panorama general es impresionante, el vertiginoso Cañón del Urubamba de infinitos matices verdes y al fondo las blanquísimas cumbres nevadas.

El acceso desde Machu Picchu toma casi una hora por un sendero de escalinatas en zigzag casi verticales, con precipicios de vértigo, que en varios sectores simplemente se talló en la piedra. Subiendo despacio toma aproximadamente una hora. No es exactamente peligroso, sin embargo, quien desee hacer la travesía debe tener mucho cuidado ya que un pequeño descuido o un mal paso podría ser fatal. Se requiere además, estar bien aclimatado si se desea realizar el ascenso, para lo cual el trayecto se inicia a la espalda de la Roca Sagrada en el extremo norte de la ciudadela de Machu Picchu.

La montaña tiene una altura de 2,667 mts. y su cima tiene una superficie de 2,000 m2. aproximadamente, fue explorado por vez primera por la expedición de la Universidad de Yale, que encontró alrededor de una docena de asentamientos. El más importante, sin duda, fue el descubierto por Hiram Bingham, quien lo bautizó como "La Gran Caverna", renombrada luego como el "Templo de la Luna", que se halla construido sobre una falla geológica. Subir hasta aquí toma aproximadamente dos horas y media y sólo se lo puede hacer hasta antes de la 13:00 horas. Es necesario registrarse en la caseta que se encuentra al comienzo del recorrido.


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